Tener presencia en internet sin perder dinero en el intento
Construir la página web de su negocio debe ser un objetivo sencillo, necesario y nada traumático. Pero más allá de tener una página web, una dirección de dominio y un carrusel de imágenes en la cabecera que gira y gira, las pequeñas, medianas y aún las grandes empresas, deberían reflexionar acerca de el “para qué” tener un sitio en la web.
‘Montar’ la página web de mi empresa
Bill Gates predijo en los 80 que en este siglo existirían dos tipos de negocio: los que están en internet y los que ya no existen. A pesar de esto muchas medianas y pequeñas empresas aún no cuentan con un sitio web.
Son frecuentes los casos en los que los gerentes, administradores o los encargados de la “transformación digital” de las empresas contratan los servicios de firmas especializadas en desarrollo web o desarrolladores freelance para ‘montar’ la web de su compañía. Los criterios son sencillos: que sea ‘dinámica’, que muestre información del negocio y que cueste poco.
Dejando a un lado la estética y el gusto que pueda llegar a tener el cliente, lo que más adquiere relevancia a la hora de contratar el servicio es el precio.
Esto puede obedecer a varios factores: primero, muchas personas aún piensan que para desarrollar una página web sólo se necesita hacer clic en un programa de computador y ya está, un sitio web calientito y listo para visitar.
Segundo, se debe a la infinita oferta de desarrolladores y empresas que prometen sitios web a muy bajo costo y en tiempo record, generalmente sitios hechos a base de plantillas que poco o nada tienen que ver con la necesidad real de la empresa, pero se ven bonitas y ‘profesionales’ como predican muchas de estas empresas en su oferta de servicios.
Tengo mi sitio web, pero está en construcción
Dentro de este, a veces tortuoso, camino que es llegar a internet, profesionales de diversas áreas y empresas se han enfrentado alguna vez con situaciones como la pérdida de sus direcciones de dominio, páginas web que nunca fueron actualizadas, servicios que caducaron y nunca pudieron ser renovados por falta de contraseñas o credenciales de acceso, características que prometieron pero nunca funcionaron, páginas web que nunca dejaron de estar “en construcción” y un largo etcétera.
Los contratos para desarrollar sitios web son muy generales y a veces confusos en los requerimientos, esto se pone de manifiesto cuando el cliente no tiene claro qué es lo que necesita, lo que puede ocasionar por ejemplo, que al finalizar la vigencia establecida en el acuerdo, el desarrollador o la empresa prestadora del servicio abandone el proyecto, desaparezca o simplemente no ofrezca soporte efectivo a las posibles eventualidades surgidas durante la publicación del sitio. Esto es muy común, sobre todo cuando se contratan servicios de bajo costo donde el compromiso único es el desarrollo de una página web que tenga la imagen de la empresa y alguna información, (misión visión) por ejemplo.
Por otro lado, quienes contratan estos servicios muchas veces no saben cómo gestionarlos, hacia dónde llevarlos y/o qué enfoque darle a ese sitio en internet, como mencionamos anteriormente, sólo quieren páginas web dinámicas, coloridas y baratas.
El que tiene tienda que la atienda
Un sitio en internet es lo más parecido a un local comercial, es una vitrina, una presentación de la marca, un lugar donde conseguir información y sobre todo un canal de atención a los usuarios / clientes. Hacer un sitio web por hacerlo es perder el dinero, es poner una inversión en un lugar tan amplio y útil como la red y arriesgarse a deteriorar la imagen de la marca si no es tratada correctamente.
El propietario o encargado de la estrategia digital de la empresa debería plantearse dos sencillas preguntas
- ¿Para qué tener un sitio en internet?
- ¿Quien se va a encargar?
Cuando se contratan servicios de desarrollo web quien los solicita debe asegurarse de obtener no sólo un producto digital, también son importantes la asesoría y la orientación necesarias para lograr el objetivo, este objetivo es la respuesta a la primera pregunta.
Un sitio web es un canal activo, en movimiento, un lugar que necesita alguien de carne y hueso que se encargue de el, que lo esté renovando, que atienda las inquietudes de sus visitantes. En los noventas se le llamaba web master, hoy tenemos reputados cargos como CM y estratega digital, es importante tener en cuenta que tarde o temprano su sitio en internet va a necesitar una persona que lo administre.
No existe tal cosa como mago del desarrollo web que haga que su empresa esté en los primeros lugares de google en dos meses y/o que venda cientos de artículos en la primera visita, pero si hay gran cantidad de herramientas y conocimiento en internet que le puede dar luces sobre cómo ajustar los objetivos de su sitio web y así definir requerimientos claros a la hora de contratar estos servicios.
Dejar de hacer páginas web para el negocio
El desarrollo web es sólo una parte de algo más grande que requiere de habilidades de muchas personas especializadas en diversas áreas. La meta siempre va a ser: cómo acelerar su negocio a través de internet. Una página web es sólo una de muchas estrategias y como tal debe enfocarse, planearse y ejecutarse.
Consiga asesoría profesional, averigüe, pregunte, no se enfoque sólo en la apariencia, pregunte por los alcances, por las posibilidades, el precio a veces importa, pero si lo planea a corto o mediano plazo, hasta eso puede proyectarse. Piense hacia adelante y prepárese para los cambios que ya estamos viviendo, ahora es momento de que su empresa dé el salto hacia internet por que “Si su negocio no está en internet, entonces no existe”
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